-Hola. ¿Te puedo hacer unas preguntas? -Sí, por supuesto :) -¿Estás sufriendo por amor? -Sí, lo estoy... -¿Y qué haces ahí, sentada llorando como una niña? -Lloro de felicidad... Y además, quién no llora por amor? -¿Por qué lloras de felicidad? -Porque él está con otra mujer. -¿Y eso te hace feliz? -No del todo; pero sé que con ella es feliz. Y si él lo es, yo también. Ahora solo debo aceptar que él no volverá más; y si lo hace, aquí estaré, esperándolo. -¿Por cuánto tiempo? -Todo el tiempo que sea necesario. Él fue el único que me hizo feliz... Pues verás, pasamos momentos hermosos. Momentos buenos y malos. Pero me quedé con lo bueno. - ¿Y qué es lo bueno? -Simplemente... Él. -¿Por qué no te la juegas? -Porque si él realmente me quiso, me buscará. -¿Y si no lo hace? -Debo aceptar la realidad... -¿Cuál realidad? -De que él sin mí es totalmente feliz, y que debo dejarlo ir. -¿Te hace bien decirme esto? -No; porque daría todo porque él volviera junto a mí. -Insisto. ¿Por qué no te la juegas? -No puedo, no debo, aunque quiero. -¿Lo amas? -¡Con todo mi corazón! -¿Darías tu vida por él? -Mucho más que mi vida. -¿Qué harías ahora si él estuviera al lado tuyo? -Le diría todo lo que siento, y jamás lo volvería a perder...