Piensa libremente, ayuda a la gente; y por lo que quieras, lucha y sé paciente.
Lleva poca carga, a nada te aferres; porque en este mundo nada es para siempre.
Búscate una estrella que sea tu guía; no hieras a nadie, reparte alegría.
Y si alguien te engaña al decir te quiero, pon más leña al fuego y empieza de nuevo.
No dejas que caigan tus sueños al suelo; que mientras más amas, más cerca está el cielo.
Grita contra el odio, contra la mentira; que la guerra es muerte y la paz es vida.
Celebra la vida.
Segundo a segundo, y todos los días.

Live. Love. Laugh.

16.9.12

Se trata de enamorarte.

No importa cómo terminó; importa cómo fue y saber que fue amor. Durante mi vida aprendí que arriesgarse es ganar, que decir lo que sentimos nunca es un error. Aprendí por las malas que la vida es una sola, que algunas oportunidades se dan solo una vez en la vida y no hay que dejarlas pasar. Y llegué a la conclusión de que no existen los amores imposibles, pero que sí existen los amores cobardes, los amores resignados, los amores que se nos escapan de las manos, y ahí es cuando realmente perdemos. Y terminé entendiendo que la distancias no existen, que las inventamos nosotros. No son fracasos, no son errores, son mucho más que eso: son experiencias. Elegimos qué creer, qué escuchar, qué entender, qué odiar, pero no podemos elegir qué sentir. A fin de cuentas, comprendí que perdonar vale la pena, que olvidar no es necesario, solo se trata de aceptarnos. No se trata de llegar a decir "te amo"; se trata de sentir constantemente las ganas de tenerte cerca. No se trata de seguridad, estabilidad, confianza; se trata de necesidad, necesidad de ver, de escuchar, de sentir, de elegir estar con él antes que en cualquier otra parte del mundo. Que no haya funcionado no significa que no haya sido amor, significa que no se luchó. Y no se trata de abandonar, de reemplazar, o de olvidar; se trata de aceptar y seguir. Que te haya lastimado no significa que no te haya amado y, por sobre todas las cosas, que no te hable no significa que no te recuerde. Durante mi vida aprendí que no todo es lo que parece. Que por mucho que ame a alguien no por eso me van a amar, y que para amar no se necesita que te amen. Que por más que alejes a alguien, eso no te va a hacer olvidarlo. Que no hay que tener miedo al rechazo cuando decimos a alguien cuánto lo queremos. No se trata de ganar, no se trata de conseguir relaciones; se trata de enamorarte.