Piensa libremente, ayuda a la gente; y por lo que quieras, lucha y sé paciente.
Lleva poca carga, a nada te aferres; porque en este mundo nada es para siempre.
Búscate una estrella que sea tu guía; no hieras a nadie, reparte alegría.
Y si alguien te engaña al decir te quiero, pon más leña al fuego y empieza de nuevo.
No dejas que caigan tus sueños al suelo; que mientras más amas, más cerca está el cielo.
Grita contra el odio, contra la mentira; que la guerra es muerte y la paz es vida.
Celebra la vida.
Segundo a segundo, y todos los días.

Live. Love. Laugh.

2.8.12

Te adoraba a ti, como a nadie más.

Es simple, me gustaba cuando no estabas, cuando me echabas de menos, me decías que estabas deseando verme, que lo darías todo por un beso mío, ¿te acuerdas? Me decías que las cosas no eran para siempre, pero que podían durar mucho tiempo, y no fue así. Me gustaba dormirme a tu lado y que me repitieses cada mañana 'Buenos días princesa'. Adoraba cuando me estabas esperando en un banco, y yo llegaba y me recibías tan sólo con un abrazo. Me solías repetir que yo era lo que le había dado sentido a tu vida otra vez, que yo era todo lo que necesitabas, que yo era lo más importante para ti. Y no sabes cuánto duele no serlo más, y no puedo evitar llorar. Vacío, eso es todo lo que siento ahora, y no es para nada una sensación bonita. Tú ya lo sabes, llegaste a mi vida y me hiciste sentir bien, como nunca me había sentido. Éramos la pareja perfecta, y no sólo lo decía yo. Todo era mejor cuando tú estabas a mi lado, cuando me abrazabas y me decías que me amabas. Adoraba cada milímetro de tu piel. Me encantaba que, cuando yo me quedaba mirando a algo, tú mirases también y me preguntaras qué pasaba. Cuando me agarrabas la cara y la acercabas a la tuya para besarme, eso era lo más bonito. También adoraba cómo pasabas tu brazo por encima de mis hombros y yo te agarraba la mano, y tú mientras tanto, no parabas de acariciarla. Me gustaba cada momento a tu lado, y sé que a ti también, incluso cuando te tuviste que poner de rodillas y pedirme perdón solo para que te diese un beso. Pero solo son recuerdos. Tú eres un recuerdo. Y todavía me levanto pensando que puede que todo sea una pesadilla, pero no lo es. Ya no tengo un 'buenos días princesa' al despertar, ni un 'te amo' cada cinco minutos. Ya no queda nada. Ya no están esas llamadas telefónicas, ni las sonrisas entre besos. Ya no nos podremos inventar la vida de la gente que pasa, y reírnos al darnos cuenta de que nos escuchan. Los señores que pasan ya no se nos quedarán mirando, y tú no podrás gritar 'envidia, eso es lo que tienen' y ya no me abrazarás más, no me dirás que echabas de menos estar conmigo. No. Vacío. En mi corazón, ya no queda nada. Todo se ha acabado y ni siquiera sé qué hice para que todo esto pasara. Quedaba tanto por hacer, por descubrir. Tantas películas por ver, tantos lugares que descubrir. Pero puedes estar seguro de que nadie podrá quererte como yo. Nadie más va a darse cuenta de lo nervioso que estabas la primera vez que me besaste. Nadie podrá querer todos tus pequeños defectos, como cuando te ponías a chillar sin motivos, cuando me llevabas la contraria, que era prácticamente todo el tiempo. Sí, me gustaba eso, me gustaba decir que sí cuando tú decías que no, y a ti también. Me gustabas tú, como nadie. No salías de mi cabeza, todo a mi alrededor me hacía echarte de menos, y ahora todavía más. Me gustaba pensar que las cosas no iban a cambiar, que podría ser feliz a tu lado, que podríamos vivirlo todo juntos. Y sólo quería que pasase el tiempo si tú estabas a mi lado. No quería que te fueras nunca; quería que fueras tú la persona con la que compartir todo, cada lágrima quería que tú la secases. Quería que fueses tú el motivo de cada sonrisa. Adoraba todo lo que tenía que ver contigo y ya no está. Te adoraba a ti, como a nadie más.