Piensa libremente, ayuda a la gente; y por lo que quieras, lucha y sé paciente.
Lleva poca carga, a nada te aferres; porque en este mundo nada es para siempre.
Búscate una estrella que sea tu guía; no hieras a nadie, reparte alegría.
Y si alguien te engaña al decir te quiero, pon más leña al fuego y empieza de nuevo.
No dejas que caigan tus sueños al suelo; que mientras más amas, más cerca está el cielo.
Grita contra el odio, contra la mentira; que la guerra es muerte y la paz es vida.
Celebra la vida.
Segundo a segundo, y todos los días.

Live. Love. Laugh.

11.1.12

El amor no tiene la fuerza que imaginé.

Aprendí que la memoria no borra, esconde. Aprendí que el tiempo no cierra, pero ayuda a sanar. Aprendí a no ser vulnerable cuando dejaste de llamar. Aprendí a escuchar cuando oí tu silencio. Aprendí a pedir perdón cuando me di cuenta del error. Aprendí a levantar la cabeza cuando sentí odio y aprendí a llorar cuando me di cuenta de que no valió la pena. Aprendí a reír cuando soñé con tu sonrisa. Aprendí a recordar cuando entendí que todo vale la pena. Aprendí que no termina, que cambia de forma. Aprendí que se puede amar eternamente y aprendí que si compito contra el tiempo, siempre pierdo. Aprendí que nada es tan malo y que me gusta caminar en una carrera. Aprendí que hay que rodear y llegar al otro lado para darse cuenta de que siempre es lo mismo. Aprendí que los amores eternos pueden terminar en una noche, que grandes amigos pueden volverse grandes desconocidos. Aprendí que el amor no tiene la fuerza que imaginé. Aprendí que nunca conocemos a una persona de verdad, que todavía no inventaron nada mejor que el abrazo de mamá. Aprendí que él nunca más, nunca se cumple y que él para siempre, siempre termina. Aprendí que el que quiere puede y lo consigue. Aprendí que a veces el que arriesga no pierde nada y que perdiendo también se gana.